Cómo es posible que Pablo Escobar se hiciera una foto delante de la Casa Blanca cuando ya era perseguido por la DEA

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La imagen no se hizo pública hasta el 2010, momento en que se estrenó el documental de HBO, “Pecados de mi padre”, que contaba la historia de Escobar. En cuanto a la foto frente a la Casa Blanca, se tomó en 1981, cinco años después de formar el cartel de Medellín. ¿Cómo demonios fue posible?
La instantánea la tomó la esposa de Escobar, María Victoria, y no se sabía de su existencia hasta el documental, a su vez un paseo por la vida de Escobar de la mano de su hijo, Juan Pablo Escobar, quien desde entonces ha cambiado su nombre a Sebastián Marroquín.
Analizando la imagen, se trata del Pórtico Norte de la Casa Blanca, y eso significa que Escobar y su hijo están parados en la acera adyacente a la avenida Pennsylvania. En ese momento, en 1981, el área estaba abierta al público, por lo que cualquier peatón podría caminar por la calle y posar para una fotografía similar y, de hecho, todavía puede hacerse, aunque la cerca se ha vuelto más alta con los años.

En cualquier caso, lo que sorprende no es tanto el lugar, sino el personaje que aparece en el encuadre. En el apogeo de su poder, Escobar recaudó más de 400 millones de dólares a la semana en ingresos, suministró el 80% de la cocaína del mundo y contrabandeaba 15 toneladas de la droga a Estados Unidos diariamente. Esa era la persona que se retrataba cual ciudadano de lo más normal frente a la “casa” del presidente de Estados Unidos, por entonces Ronald Reagan.
Desde el momento de la aparición de la fotografía no han faltado todo tipo de teorías. Por ejemplo, la más comentada es aquella que habla de un Pablo Escobar en guerra con los funcionarios del gobierno de Colombia. Es muy posible que tanto la CIA como el FBI ya supieran quién era el personaje, e incluso hay quién dice que pudiera ser un viaje donde se encontró con la propia CIA para ofrecerse como informante pero, ¿es eso posible?
Image: Wikimedia Commons
Por supuesto que no. El Cartel de Medellín que lideró hasta 1993 se formó en el año 1976, así que Escobar llevaba cinco años en “activo” cuando se tomó la foto. Por otro lado, en 1981 todavía no era el “hombre más buscado” en todo el mundo, Reagan había llegado a la Casa Blanca en enero, pero el tiempo entre una cosa y otra resulta demasiado corto, aunque también es verdad que para 1981 la DEA ya estaba haciendo operaciones contra la cadena de distribución de Pablo Escobar.
Un dato puede ser la clave para entender cómo podía Escobar estar frente a la Casa Blanca: el narcotraficante llevó a su familia en un viaje de primera clase a Disneyland casi al mismo tiempo. Siendo así, parece que Escobar disfrutaba de “inmunidad” por esas fechas.
Image: Escobar en Disneyland
Lo cierto es que es muy posible que aquellos momentos de Escobar en suelo norteamericano fueran el preámbulo de su cruzada contra todo y contra todos, y sobre todo contra Estados Unidos. Nixon fue quien realmente comenzó la “Guerra contra las drogas”, por lo que parece imposible creer que un hombre como Escobar no hubiera aparecido en el radar de nadie.
Cuando el presidente Reagan asumió el cargo, habló al poco tiempo sobre la prioridad de la guerra contra las drogas, incluso puede ser que esto sucediera a principios de 1981 (lo que no sabemos es la fecha exacta de la instantánea).
Lo que sí parece claro es que en 1981 Pablo Escobar era una persona normal para el común de los estadounidenses. De hecho, nadie fuera de los círculos federales o militares que lo viera en la calle lo habría reconocido. Escobar se convirtió en el enemigo público número uno de la administración Reagan más tarde, en la época en que se produjo la llamada epidemia del crack.
Image: Escobar (AP)
Por tanto, parece imposible pensar que por aquellas fechas ni la CIA ni el FBI supieran de su existencia, no queda tan claro que supieran de su visita a los Estados Unidos. ¿Entonces?
La respuesta la dio el propio hijo de Escobar hace unos años. Escobar se sacó esa foto simplemente para demostrar que no temía a nadie. “Lo más increíble es que mi padre ingresaba en Estados Unidos sin ocultarse. Él llegaba a la aduana, enseñaba su pasaporte y le daban la bienvenida”.
No sólo eso, su hijo contó que ese mismo día se pasearon por el edificio de la sede del FBI para realizar un tour por las instalaciones. Escobar entró con un pasaporte falso.
 
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